“Desafíos en Postcosecha de Cerezas y su Impacto en el Negocio”

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Disminuye la Deshidratación de tus Racimos

La deshidratación es el principal desafío al cual nos enfrentamos durante la poscosecha de uvas de mesa, que afecta significativamente la condición y el valor comercial de este apetecible fruto.

Disminuye la deshidratación
de tus racimos

La deshidratación es uno de los principales desafíos a los cuales nos enfrentamos durante la poscosecha de uva de mesa, que afecta significativamente su condición y valor comercial. Este fenómeno se produce cuando los racimos pierden agua, tanto desde sus bayas como desde el raquis, producto del déficit de presión de vapor, lo que resulta en una disminución de la firmeza de las bayas, pardeamiento del escobajo, desgrane y pérdida de frescura.

Además de afectar negativamente la experiencia sensorial del consumidor, la deshidratación provoca la pérdida de peso de los racimos, reduciendo así su rentabilidad para los productores. Esta condición también acelera su deterioro y reduce su vida útil.

Es por este motivo que la poscosecha de uva de mesa requiere de la implementación de técnicas de manejo específicas y cuidados precisos por parte de todos los actores involucrados en este proceso, para minimizar el impacto de la deshidratación y garantizar la calidad óptima del producto final.

Introducción

Poscosecha de Uvas de Mesa

Un adecuado manejo del proceso de poscosecha, desde el campo hasta su llegada a destino, podría reducir la deshidratación de los racimos en un porcentaje importante, lo que se evidenciaría en mayores retornos no sólo por concepto de una mayor cantidad de kilogramos exportados sino también por la disminución del nivel de pardeamiento del raquis.

Si bien por lo general existe un control y seguimiento detallado desde que la uva es recibida en la planta de proceso hasta que llega a su destino de exportación, hay una ventana de tiempo que transcurre desde que se cosecha el racimo hasta que este es recibido, ya embalado, en la planta de proceso, que habitualmente carece de un adecuado seguimiento y, por consiguiente, de trazabilidad. Estudios que hemos hecho indican que cerca del 50% de la deshidratación que sufren los racimos ocurre entre el campo y su llegada a la planta de proceso, mientras que el otro 50% ocurre desde la recepción en la planta hasta el arribo a destino.  Medir, registrar y evaluar los datos obtenidos son recomendaciones esenciales que permitirán tomar las decisiones que correspondan para disminuir el deterioro y la deshidratación de la fruta: medir, en primera instancia, el tiempo de exposición de los racimos en cada etapa de la poscosecha y medir, también, las condiciones ambientales a las que están expuestos estos racimos en cada una de ellas, nos permitirá identificar los puntos críticos del proceso que requieren de alguna intervención. Como la deshidratación es un fenómeno asintomático que no muestra evidencias hasta varios días después de haber ocurrido, sumar la medición de la pérdida de peso que sufren los racimos en cada etapa de la poscosecha permitirá tener una visión más acabada del panorama. Así, el registro y evaluación de esta información será una herramienta tangible y de fácil acceso que dará luces de las posibles mejoras que puedan hacerse en la logística, con el fin de obtener una mejor condición de los racimos.

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Cadena de
Humedad

Para dar solución al desafío que significa la deshidratación de la uva de mesa, hemos desarrollado el concepto de “Cadena de humedad”, diseñado para contrarrestar el impacto que tiene el déficit de presión de vapor sobre los racimos. Esta estrategia implica la implementación de medidas a lo largo de todo el proceso de poscosecha dirigidas a modificar de alguna manera los factores que influyen en el déficit de presión de vapor en cada etapa del proceso: Humedad relativa, temperatura ambiental y temperatura de pulpa de la fruta. El objetivo es reducir la diferencia de presión de vapor entre la fruta y su entorno directo, lo que se traducirá directamente en la disminución de su deshidratación.

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COSECHA

  1. Cosechar en el momento oportuno, con la madurez de cosecha adecuada. La poscosecha no puede mejorar la calidad de la fruta, en el mejor de los casos sólo la puede mantener.

  2. Adecuado balance de masas: Equilibrio entre la cantidad de fruta cosechada contra la cantidad embalada por hora, para reducir el tiempo de espera previo al embalaje.

  3. Adecuada conformación de equipo de trabajo que permita armar un pallet en no más de 30 minutos y retirar cada pallet armado en no más de 10 minutos.

  4. Cubrir los pallets al momento de su traslado.

  5. Evaluación diaria al cierre de cosecha con el objetivo de identificar y dar solución a fallas en el proceso.

ACOPIO EN CAMPO

Si bien no todos los campos utilizan centro de acopio, muchos tienen estos espacios donde la fruta espera hasta completar la carga del camión que transportará la fruta a la planta procesadora (packing).

Implementar un sistema de humidificación manteniendo una humedad relativa de 80% permitirá reducir la temperatura del aire alrededor de 10°C y disminuir la deshidratación de los racimos un 70%.

TRANSPORTE A PACKING

En la mayoría de los casos este traslado se realiza en camión plano, cubriendo la carga con malla. La deshidratación en este caso aumenta no sólo por la temperatura sino también producto de la incidencia del viento sobre la carga.

La recomendación es dejar de usar malla y reemplazarla por una alternativa que evite la incidencia de la radiación solar y del viento, que puede ser camión refrigerado, camión cortina o camión plano cubriendo la carga con carpa térmica.

RECEPCIÓN EN PACKING

Una vez que la uva ha sido descargada del camión y gasificada, puede verse expuesta a una espera de varias horas previo a su ingreso al proceso de selección y embalaje.

En esta instancia, si no es posible disminuir el tiempo de espera – por ejemplo incrementando la capacidad del packing en períodos críticos – un sistema de humidificación en el patio de recepción permitirá disminuir alrededor de un 60% la pérdida de peso de los racimos, por medio de la disminución del déficit de presión de vapor, evitando al mismo tiempo que la temperatura de pulpa aumente durante este período.

PALETIZADO

La primera “carrera” en la uva de mesa es llegar al momento en que la caja de embalaje se cierra. Una vez que se cumple este hito, la deshidratación se ve considerablemente disminuida debido al material de embalaje que, si bien no es hermético, genera al interior un ambiente con alta humedad relativa (producto de la propia deshidratación inicial de la uva) que permite disminuir el DPV del entorno directo de los racimos.

Pese a lo anterior, el período de espera de la fruta embalada previo a su ingreso al túnel de enfriamiento por aire forzado sigue siendo una etapa de cuidado, debido a los largos tiempos de espera a los que se suele exponer la fruta.

Cuando esta espera se realiza en un ambiente humidificado se evitará el incremento de la temperatura de pulpa de los racimos embalados, por el efecto climatizador que cumple la humidificación. Cuidado especial debe tenerse con la temperatura del espacio en que se acopien los pallets antes del proceso de enfriamiento: si la temperatura de pulpa es alta y la espera ocurre en una zona de baja temperatura, se corre el riesgo de condensación al interior de las cajas.

TRANSPORTE MARÍTIMO

Esta etapa final del proceso de poscosecha en uva de mesa puede extenderse por un período variable entre 20 y 40 días, dependiendo del destino de exportación. Si bien en esta etapa la deshidratación por unidad de tiempo es mínima, el largo período de tiempo la transforma en la etapa de mayor deshidratación de la poscosecha.

Ensayos que realizados al almacenar fruta por 40 días en cámara de frío simulando un viaje a destino, utilizando embalaje convencional con caja de cartón, mostraron una pérdida de peso total de 2,4 % (0,06 %/día).

ENFRIAMIENTO POR AIRE FORZADO

Existe una alta variabilidad en los tiempos de enfriamiento, lo que se traduce en un proceso eficiente o ineficiente. La propuesta aquí es realizar los ajustes necesarios para disminuir el tiempo.

Los especialistas en manejo de la cadena de frío en poscosecha frutal mencionan entre los factores que influyen en la duración del proceso de enfriado la carga térmica (temperatura de pulpa de los racimos al momento de su ingreso), el diseño de las cajas (tanto el material como su forma y las perforaciones que estas tengan), la permeabilidad del embalaje (mayor o menor número de capas), la adecuada posición y sellado de los pallets (evitando filtraciones) y la potencia del evaporador. En esta etapa hemos medido una pérdida de peso total de 0,43%, sin embargo, este valor podría variar según los factores que hemos mencionado.

La implementación de sistemas de humidificación al interior del túnel de enfriamiento por aire forzado permitirá disminuir la deshidratación un 15%.

CÁMARA PRODUCTO TERMINADO

Disminuir los tiempos de espera: contenedor terminado, contenedor despachado.